Autor: Sole González
A ver cual de los miserables que nos gobiernan tiene el valor de colgarse esta medalla.
Un español, con amplia experiencia como coordinador de trasplantes en un hospital de la red pública (única que en este país realiza transplantes) ha sido elegido para configurar y poner en marcha el Sistema Mundial de Trasplantes para la OMS. Jose Ramón Nuñez, ex coordinador del Hospital Clínico de San Carlos de Madrid (uno de los afectados por las medidas privatizadoras para la sanidad madrileña), será el máximo responsable del programa. Matesanz será asesor del mismo.
¿Por qué? Pues porque España es líder en este sector. Es el país del mundo donde una persona, cualquier persona, tiene más probabilidades de ser trasplantado y en menor tiempo, ya que el sistema diseñado por Matesanz hace ya 20 años ha resultado de una eficacia abrumadora. Y esto, insisto, solo en la red sanitaria pública. En países como EEUU se trasplanta quien puede pagarlo. En nuestro país, la posibilidad de ser trasplantado depende exclusivamente de que aparezca un donante genéticamente compatible en cualquier punto del territorio nacional, puesto que existe una red está coordinada hasta este nivel, que lleva dos décadas de rodaje y cuya eficacia viene siendo reconocida a nivel mundial. Reconocimiento que culmina con el nombramiento que acabamos de conocer.
Ya 2006 la OMS designó a nuestro país como sede del Observatorio Mundial de Donación y Trasplantes, en 2008 nombró a la ONT centro colaborador y paralelamente invitó a España a participar en la Estrategia Global de Trasplantes, que ha permitido un gran impulso de este tipo de atención, especialmente en Latinoamérica, pero también en otras regiones de la OMS. La Estrategia Global ha servido además como herramienta para luchar contra el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes en todo el mundo.
El sistema y su eficacia están sostenidos por una red de coordinadores que en cada hospital se encargan de detectar posibles donantes. Personas que están formadas y capacitadas para dar soporte y ayudar en la difícil decisión a los familiares de aquellas personas que sin posibilidad de ser mantenidas con vida, son susceptibles de ser donantes.
Es sorprendente como la realidad a veces pone las cosas en su sitio. Hace unos días nos hemos desayunado con la noticia de que a las comunidades autónomas que incumplan su objetivo de déficit se las va a penalizar eliminando los fondos públicos con los que se subvencionan los cursos de formación para médicos especializados en transplantes. Estas ayudas son fundamentales para la formación del personal sanitario que participa en la extracción e implantación de órganos; pero también en la estructura de coordinación autonómica de la ONT (organización nacional de trasplantes).En los últimos 20 años se ha formado a más de 14.000 profesionales: intensivistas, urgenciólogos, cirujanos… se imparten cursos sobre cómo plantear la entrevista a las familias. A esto es a lo que se dedican estas subvenciones contempladas en la ley de presupuestos.
Creo que no necesita comentario. Si nos cargamos la posibilidad de tener coordinadores formados en el soporte y la colaboración con las familias de los donantes, nos habremos cargado el sistema por su base. Y más aún en el entorno de recortes brutales y privatización de la sanidad pública en que nos movemos.
Ante la pasividad del público en general, recuerdo ahora una viñeta que puede venir al pelo, aquella en la que el médico le habla de futbol a un paciente muy enfermo y este protesta por la trivialización, diciendo que le va la vida en ello. Y el médico le pregunta si cuando se estaban haciendo los recortes y no protestó, no le iba la vida en ello.