Vamos a empezar por decir que yo no se absolutamente nada de economía. Aún así me niego a que Montoro me trate como si fuera deficiente mental y me venda «los prespuestos más sociales de la historia de la democracia». Por ello y para vuestra desgracia, me he puesto a estudiar, para poder contar como en Barrio Sésamo, algunos conceptos que no son difíciles de comprender (aunque si complicados de digerir…. imposibles de digerir para mi… y por eso me niego a tragarlo).
La frase que da título al mail es del economista John Maynard Keynes, y dijo esto ya a principios del siglo XX (Cyril Aydon «la historia del hombre«), cuando sus teorias económicas sacaron a EEUU de la profunda catástrofe del 29. Y lo que quería decir de un modo que no puede ser más sencillo es: si en época de crisis (agujero) se encoje el gasto público (seguir cavando), se genera recesión y se alarga la crisis. Poner dinero público en educación, protección social, sanidad, infraestructuras…. no es gasto: es inversión. Un pais de ignorantes, sin investigadores, de enfermos sin acceso a una sanidad de calidad, de parados sin prestaciones y hambrientos, de carreteras deficientes, no puede producir, ni vender, ni comprar (economía real, la que nos sacará de la crisis): es un pais en vias de subdesarrollo. Un pais además que fía a la beneficencia el capitulo completo de justicia social.
Y lo malo no es que nosotros (yo) nos enteremos ahora de que los recortes en gasto público son malos para la economía (por no hablar de lo malos que son para las personas). Lo malo es que parece que en el FMI se han enterado ahora de eso que Keynes dijo hace casi un siglo. Y nos lo dicen esta semana (¡ y se lo dicen ahora a Montoro!, con lo bonitos que le habían quedado los presupuestos basados en perspectivas de crecimiento propias de Antoñita la fantástica): puede ser que hayamos subestimado gravemente el impacto de las políticas restrictivas sobre la ralentización de la economía. Se cae el mito de la austeridad expansiva (es necesario reducir el sector/gasto público para poder crecer en el futuro) y nos pilla con el paso cambiado a punto de que nos sentencien con los presupuestos. En definitiva son unos presupuestos mentirosos, calculados sobre unos ingresos ficticios, y con un gasto mal repartido. Pero con eso y con todo, los presupuestos de este año no dejarán de ser históricamente una anécdota. Lo verdaderamente dramático es que esto (la crisis, la deuda) es el trapo rojo que nos ponen delante de los ojos para embestir, cuando lo verdaderamente grave viene despues: ya con toda la población pensando en salvar los trastos (virgencita virgencita que me quede como estoy) y convencida de que o pagamos la deuda o nos hundiremos en el oceano (aprovechando que Portugal iría en el mismo paquete), se llevan a cabo sin resistencia modificaciones legislativas que abren el campo para la economía de libre mercado (la misma que ha causado la deuda). Las leyes de libre mercado son muy difíciles de imponer en una democracia efectiva: generan paro y desasistencia social y requieren recortes en las libertades civiles para que el populacho no se subleve (¿no os suena de algo?). Para imponer leyes de este tipo se han utilizado siempre estados de excepción naturales o artificiales , que desvian la atención de la población a problemas de supervivencia inmediata (Thatcher declarando la guerra de las malvinas, Bush aprovechando el 11S, Yeltsin en una linea mas franca: cerrando el parlamento directamente). Nuestro estado de excepción (de momento… cerrar el parlamento sería un acto de osadía política incompatible con lo gris de nuestos representantes, pero no me engaño: sería aplaudido fuera de nuestras fronteras) está siendo la crisis. Todo esto y mucho más en el video (que seguro que ya habeis visto todos, y los que no lo hayais hecho deberiais…. debería proyectarse en las escuelas…) «la doctrina del shock»basado en el libro homónimo de Naomi Klein . También y en el mismo sentido, pero quizá mas orientado al futuro y las posibilidades de parar esto, un libro estupendo y muy legible de Susan George: «Sus crisis, nuestras soluciones»
Y este «estado de excepción» en que se ha sumido al pais deriva de una ausencia efectiva de control al parlamento, ya que son los mismos políticos que allí están quienes diseñaron la que debería ser herramienta de control: la constitución. Y está pensada de tal forma que los ciudadanos no tenemos, de facto, ningún mecanismo real de influencia sobre las decisiones parlamentarias, ni siquiera posibilidades de modificarla (no olvidemos que el proceso constituyente del 78 estuvo fuertemente supervisado por el ejército). Es necesario empezar por una nueva constitución y hacerla realmente útil, y para eso no podemos dejarla en manos de los mismos. Es nuestro deber y nuestro derecho. Es necesario cambiar la ley electoral de forma que obtener un 37% de todos los votos posibles (no el 28% -de toda la población- que es el dato mentiroso que dio Cayo Lara «como mentir diciendo la verdad»), no pueda suponer uun 56% de los escaños y patente de corso para 4 años. Votar cada 4 años, no es democracia. Se pueden cambiar las cosas, hay otras formas de salir de esta crisis. Y ahora ya todos sabemos que el 25S no es un movimiento antisistema, ni golpista, ni está infiltrado por la extrema derecha violenta, ni de jovenzuelos de 20 años que no saben lo que es una dictadura (de verdad… es que ni las fotos de los periodicos miran), yo os pongo aquí el listado de actos pendientes: mañana 25, acciones descentralizadas y anuncian sorpresas, el sábado hay movilizaciones en todo el pais (esta vez iré a la de Oviedo… a este paso recorreré todo el noroeste de concentración en concentración). Y además han abierto un espacio online de debate: VirtualPOL. Me vais a permitir que os tueste un poco más (copiado del documental) cuentan que cuando un sindicalista visitaba a Roosvelt con una demanda legítima, este le respondía «me gusta eso que dice, ahora: salga ahí fuera y oblígueme a hacerlo». No es que yo quiera creer que Rajoy y Roovelt tienen algo que ver, pero …. salgamos ahí fuera y obliguémosles a hacerlo. Dicho de un modo más romántico:“tomemos el cielo por asalto. Una bella forma de describir el espíritu de quienes, desafiando a esa ideología dominante que insta permanentemente a la resignación, aspiraron a cristalizar en la realidad material sus propios anhelos de justicia social. Rebelarse nunca ha sido gratis, y la reacción de quienes ven amenazados sus privilegios de explotadores no tiende a ser nada agradable para con los rebeldes. Pero la dignidad no entiende de fríos cálculos de beneficio y coste individual. Por esa razón no cabe duda de que tomar el cielo por asalto es el más digno propósito de un ser humano».
Me despido ya solo con un «extra»: Rajoy empezará pronto a cambiar las piedras de su parapeto o eso he oído. Wert y Montoro… ¿se caeran juntos? (los cambios de ministros siempre van por parejas, como la GC).
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